La Vinya nació con un objetivo claro: ofrecer un entorno rural dentro del núcleo urbano para que las familias puedan tener un espacio en el que interactuar con los animales y la naturaleza. La actividad de los ponis siempre está regulada por una persona especializada que se dedica únicamente a supervisarla y a cuidar de ellos, de sus descansos y alimentación porque nos importa mucho el cuidado y la salud de nuestros animales.
Por eso ofrecemos éstos servicios sin ningún tipo de coste, sino como un valor añadido a nuestro restaurante para que los clientes puedan disfrutar no sólo de comer, sino de compartir actividades en familia. Pero hay una parte fundamental de conciencia social, civismo, educación y respeto que no sólo nosotros debemos llevar a cabo, si no todas las personas que vienen a La Vinya, deben tener en cuenta que ellos también son responsables del cuidado y respeto hacia los mismos para que todos podamos disfrutar de las actividades.